Por Luis Arriaga

Me llené de impotencia y pensé para mis adentros, acaso estos colaboradores no tienen un supervisor, por ser una institución del estados no hay un manual institucional o en esa dependencia están como chivo sin ley, lo peor es que esos colaboradores son la imagen de la institución y desde que se penetra al recinto te encuentras con dicha estampa. No diré el nombre de la institución porque considero que con nuestra sugerencia se pueden tomar acciones correctivas para mejorar ese aspectos, aunque ayer mismo escribí por mensaje a dicha institución para informarles sobre dicha situación.
Todos los colaboradores de cualquier institución sin importar que sean públicas o privadas, deben estar preparados para recibir con alegría y en aptitud de ayuda a los usuarios de sus servicios, ya que una imagen vale más que mil palabras, y la primera impresión es la que vale y es la que puede llevarnos a hacer grandes negociaciones o al fracaso total con nuestros clientes.
Hasta una próxima entrega. Bendiciones.